viernes, 28 de octubre de 2016

ESO ES COSA DE NIÑOS, YA SE LE PASARÁ



No cabe duda, claro que se le pasará. Se le pasará lo que está sintiendo en ese momento. Puede que esta vez haya sido una rabieta porque no quiere comerse el pescado. O que ha tirado la cuchara contra el suelo, o contra su padre, madre o hermano. Quizá una patada en la puerta de la cocina mientras sube cabreado y “jurando en arameo” a su habitación, con un portazo como colofón. Sí, claro que sí, eso se le pasará.

Pero si nos preguntamos qué será lo siguiente, en ese momento parece que un inusitado optimismo, salido de la esperanza ciega, nos invade, haciendo que dejemos pasar esa situación como un simple episodio sin importancia.
En realidad, lo que viene detrás de eso, si no se hace nada por cambiarlo, son rabietas, cómo mínimo, de la misma índole. Pero esto hace que el propio niño adquiera el control de esas situaciones, sabiendo, asimilando y practicando que con un cabreo, golpes, gritos o escapadas a su cuarto, conseguirá el efecto deseado. En unos casos será no comer aquello que no le apetece, en otros conseguir que le compres la mochila de moda o un nuevo móvil… Y después de unos años, ya en la adolescencia, será pedir la paga con amenazas, faltas de respeto o, como en los casos más extremos, amenazar con un cuchillo a sus padres hasta que consiga lo que quiera.
Y ahí es cuando ya si, necesitamos ayuda. Un psicólogo, un coach especializado, un trabajador social acompañado de la policía,… cualquiera de las opciones es tan real como la vida misma.


Pero tranquilos, ya se le pasará.